María de Pedrosa

De Catálogo de Santas Vivas
Saltar a: navegación, buscar
María de Pedrosa
Nombre María de Pedrosa
Orden Franciscanas
Títulos Monja del Real Monasterio de Santa Clara
Fecha de fallecimiento 1530
Lugar de fallecimiento Córdoba

Vida impresa

Ed. de Borja Gama de Cossío; fecha de edición: octubre de 2020.

Fuente

  • Torres de, Alonso, 1683. Chrónica de la Santa Provincia de Granada, de la regular observancia de N. Seráfico Padre San Francisco, Madrid: Juan García Infanzón, 526-527.

Contexto material del impreso Chrónica de la Santa Provincia de Granada, de la regular observancia de N. Seráfico Padre San Francisco.

Criterios de edición

Esta crónica, dedicada, según se dice en su título, “al señor D. Iván Antonio de Contreras Remírez de Arellano, Alcayde perpetuo de las fortalezas de Cambil y Alhabar del Consejo de su Majestad, su Alcalde de Hijosdalgo en la Real Cancillería de Granada”, se trata de un impreso de 1683 que, dividido en diferentes tratados, ahonda en el origen de la Santa Provincia de Granada desde sus inicios en el siglo XV hasta finales del siglo XVII, cuando esta obra se publica. El texto habla de la fundación, división de la provincia y los reinos, así como de los patronos de la provincia y religiosas que han vivido en esta comunidad desde sus inicios hasta 1683. Se transcriben vidas de monjas y religiosas de diferentes conventos situados en distintas ciudades de Andalucía.

En este trabajo se edita el Tratado V, que se encarga de documentar la vida y milagros de mujeres de la comunidad de Santa Clara desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVII. Dada la naturaleza del Catálogo, nos ocupamos de las mujeres que mueren antes de 1560-1563, aunque se transcriben tres que mueren en 1565 (Sor María de San Juan), 1567 (Sor Catalina de Ribera) y 1568 (Sor Florentina de los Ángeles), ya que su foco de actuación es anterior a estas fechas (por lo tanto, también al de Santa Teresa) y la longitud de las hagiografías da cuenta de su importancia. Las vidas de estas mujeres con fama de santas se incluyen en capítulos dentro de este Tratado V, donde se informa de cada mujer en referencia al convento en el que vive. Tras una pequeña introducción que ocupa todo el ancho de la página, cada hoja está dividida en dos columnas, las cuales tienen anotaciones en sus respectivos márgenes izquierdo o derecho, que aclaran información comentada en el cuerpo del texto, ya sea el lugar de nacimiento o la fecha de fallecimiento, además de otros tipos de información biográfica, bíblica e histórica.

Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo, es decir, se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, primordialmente la expansión de las nasales con la virgulilla encima de la vocal y la abreviación de “que” o “qual”, también con el uso de la virgulilla o la diéresis. De todos modos, algunas abreviaturas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. Asimismo, las abreviaturas presentadas en las notas serán respetadas. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza, así como se adaptan las normas de acentuación a sus usos actuales. Además, se moderniza también la puntuación, teniendo en cuenta el orden de la oración y el uso de la puntuación a día de hoy. Del mismo modo, se moderniza el uso de aglomerados, se separan las palabras que a día de hoy ya no aparecen juntas (“della”) y se unen las que ya se representan como una sola palabra (“del”, “al”).

Vida de María de Pedrosa

Capítulo IV

[526]

De algunas religiosas ejemplares del Real Monasterio de Santa Clara de la ciudad de Córdoba

[…]

[527] […] Sor María de Pedrosa. No se tiene noticia de la patria y padres de esta sierva de Dios N. S. por ser tan antigua; solo consta de una información, hecha en el año de mil seiscientos y veinte y uno, confirmada con la que al presente se ha hecho, que fue mujer de rara penitencia, ayunos y disciplinas y mortificación. Lloraba de ordinario la Pasión de Jesucristo, Nuestro Redemptor, de que se le enfermaron los ojos.

Oyendo decir que el Santísimo Sacramento del Altar era memorial de la Pasión, no le perdía de vista todas las horas que podía. Su asistencia era el coro, donde, en acabando el oficio divino, se quedaba de rodillas y de noche se recostaba un poco sobre la tarima de un altar, costumbre que observaron algunas religiosas de este monasterio con gran provecho de sus almas, por estar el coro dispuesto de tal forma que no se vuelve a parte los ojos donde no encuentre el espíritu motivo de su fervor, pues a la parte de la red se halla el Santísimo Sacramento y el Templo, las otras tres paredes están adornadas con altares de imágenes muy devotas, el suelo sembrado de cadáveres de santas religiosas, y la bóveda, que sirve de Cielo, toda adornada con los pasos de la Pasión de Cristo Nuestro Salvador, de pintura antigua.

Entre estas pinturas está, en la bóveda de en medio, Cristo Nuestro Maestro, sudando sangre en la Oración del Huerto [1]. Y, estando una vez Sor María orando fervorosa a esta sagrada imagen, recibió algunos favores, según fue tradición en este monasterio, con que se fervorizó en todas esta devoción. Por este sagrado fruto y otros muchos que en este sitio se han conseguido, tengo por disposición del Cielo el no haber otro coro en esta clausura, sirviéndose de este en i[n]vierno y verano, por que en ningún tiempo dejen tal santuario las religiosas. La muerte de esta sierva del Señor fue de gran sentimiento para sus hermanas, quedando huérfanas de tal madre y compañera por los años de mil quinientos y treinta [2].

Notas

[1] Al margen derecho: “Favores/ en la ora-/ ción”.

[2] Al margen derecho: “Muere/ por los/ años de/ 1530”.