María de Jesús y Luna

De Catálogo de Santas Vivas
Saltar a: navegación, buscar
María de Jesús y Luna
Nombre María de Jesús y Luna
Orden Franciscanas
Títulos Fundadora del monasterio de Santa Clara
Fecha de nacimiento Inicios del siglo XVI
Lugar de nacimiento Montilla
Lugar de fallecimiento Montilla

Vida impresa

Ed. de Borja Gama de Cossío; fecha de edición: octubre de 2020.

Fuente

  • Torres, Alonso de, 1683. Chrónica de la Santa Provincia de Granada, de la regular observancia de N. Seráfico Padre San Francisco. Madrid: Juan García Infanzón, 659-660.

Criterios de edición

Esta crónica, dedicada, según se dice en su título, “al señor D. Iván Antonio de Contreras Remírez de Arellano, Alcayde perpetuo de las fortalezas de Cambil y Alhabar del Consejo de su Majestad, su Alcalde de Hijosdalgo en la Real Cancillería de Granada”, se trata de un impreso de 1683 que, dividido en diferentes tratados, ahonda en el origen de la Santa Provincia de Granada desde sus inicios en el siglo XV hasta finales del siglo XVII, cuando esta obra se publica. El texto habla de la fundación, división de la provincia y los reinos, así como de los patronos de la provincia y religiosas que han vivido en esta comunidad desde sus inicios hasta 1683. Se transcriben vidas de monjas y religiosas de diferentes conventos situados en distintas ciudades de Andalucía.

En este trabajo se edita el Tratado V, que se encarga de documentar la vida y milagros de mujeres de la comunidad de Santa Clara desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVII. Dada la naturaleza del Catálogo, nos ocupamos de las mujeres que mueren antes de 1560-1563, aunque se transcriben tres que mueren en 1565 (Sor María de San Juan), 1567 (Sor Catalina de Ribera) y 1568 (Sor Florentina de los Ángeles), ya que su foco de actuación es anterior a estas fechas (por lo tanto, también al de Santa Teresa) y la longitud de las hagiografías da cuenta de su importancia. Las vidas de estas mujeres con fama de santas se incluyen en capítulos dentro de este Tratado V, donde se informa de cada mujer en referencia al convento en el que vive. Tras una pequeña introducción que ocupa todo el ancho de la página, cada hoja está dividida en dos columnas, las cuales tienen anotaciones en sus respectivos márgenes izquierdo o derecho, que aclaran información comentada en el cuerpo del texto, ya sea el lugar de nacimiento o la fecha de fallecimiento, además de otros tipos de información biográfica, bíblica e histórica.

Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo, es decir, se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, primordialmente la expansión de las nasales con la virgulilla encima de la vocal y la abreviación de “que” o “qual”, también con el uso de la virgulilla o la diéresis. De todos modos, algunas abreviaturas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. Asimismo, las abreviaturas presentadas en las notas serán respetadas. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza, así como se adaptan las normas de acentuación a sus usos actuales. Además, se moderniza también la puntuación, teniendo en cuenta el orden de la oración y el uso de la puntuación a día de hoy. Del mismo modo, se moderniza el uso de aglomerados, se separan las palabras que a día de hoy ya no aparecen juntas (“della”) y se unen las que ya se representan como una sola palabra (“del”, “al”).

Vida de María de Jesús y Luna

Capítulo XIX

[659]

Religiosas que florecieron en santidad en el monasterio de Santa Clara de la ciudad de Montilla

Los buenos principios pronostican de su mesma calidad los sucesos con que, habiendo sido en santidad y nobleza de los progresos del religiosísimo monasterio de Santa Clara de Montilla grandes, sin duda fueron sus fundamentos en las mesmas dos calidades de sangre y perfección. Lleguemos, pues, a preguntar a esta comunidad lo que Tobías a Rafael: “Dime de qué casa o tribu defiendes” [1]. Y hallaremos que solo tales piedras pudieron fundar tanto edificio o tanta edificación.

Sor María de Jesús y Luna fue hija de los excelentísimos Marqueses de Priego, Don Pedro Fernández de Córdoba y Doña Elvira Henríquez. Nació en la ciudad de Montilla [2], con tanta inclinación a ser religiosa que, no habiendo visto ni tratado clausura de Vírgines, por no haber monasterio alguno en aquella ciudad, eran sus fervorosas ansias seguir esta santa vida. Inflábala interiormente el destino celestial a ser, como fue, capitana y primiceria [3] de tantas esposas de Jesús, de que no fue pequeño presagio su nombre o apellido de Luna, como dije en la fundación de este monasterio: que si los antiguos romanos, como escribe Gregorio Veneto, cuando iban a la conquista de algún reino, matriculando en tablas de cera los soldados, ponían primero los nombres que pronosticaban feliz suceso [4], como Víctor, Victorino, Feliz, Fausto y otros se- [660] mejantes y a estos llamaban primicerios, por cuya atención la Iglesia llama primiceria a Santa Clara, pronosticada desde su ilustre nombre antorcha [5] y guía de tantas religiosas purezas, de discurrir es que el mesmo misterio en la tabla de cera o en la fervorosa ternura de esta nobilísima niña, sobrescribiese el Altísimo el nombre esclarecido de Luna, previniéndola caudillo de tantas y tan lúcidas estrellas.

Criábase entre las delicias y regalos, sirviéndole estos de motivo para apetecer rigores y asperezas. Murió el marqués, su padre, y pidió licencia a su hermana la marquesa para fundar el monasterio [6] a las expensas de la hacienda que le había tocado en parte y herencia. Y habiendo dispuesto todas las cosas para ello, se fue a tomar el hábito a Santa Clara de Andújar [7], dejando, como otro Abraham, su patria y deudos [8]. Corrió el año de su aprobación con raro ejemplo. Vino a profesar a su nuevo monasterio de Montilla [9], trayendo consigo once compañeras, las ocho profesas de Santa Clara de Andújar y las otras tres de Santa Isabel de Baza, todas rarísimos ejemplares y dechados de religiosa virtud, entre quien descollaba tanto su capitana que, para ponderar el reverendísimo Gonzaga [10] la portentosa vida de Sor Isabel de Santiago, que fue una de ellas, dice que imitó a Sor María de Luna.

Seguía la santa fundadora la vida común de las otras religiosas, siendo la primera que se ocupaba en los oficios más humildes [11], en cuya memoria en el testero de la sala de la labor, la retrataron hilando, para ejemplo de las venideras. Tanta era la fragancia de las virtudes que, extendiéndose aún más allá de los términos de España, trajo a su séquito las innumerables hijas de Duques, Marqueses, Condes y otras señoras ilustres en virtud y sangre que hasta hoy componen su comunidad, debiéndole uno de sus mayores santuarios la nación española.

La abundante copia de bienes de su legítima gastó no solo en fundar, dotar y perfeccionar su monasterio, sino que también ayudó a la fábrica del convento de los religiosos de la orden de la mesma ciudad, a cuya dirección, doctrina y ejemplo hasta hoy se gobiernan las religiosas. Llegose el día de su tránsito y, como otra Santa Clara, pasó de esta vida con señales de bienaventurada, que así refiere Fray Arturo su muerte, diciendo cuán clara en virtudes expiró y con indicios de perfección y santidad [12].

Notas

[1] Al margen derecho: “Job. C 5./ Indica/ mihi de/ qua do-/ mo, aut/ de qua/ tribu es/ tu?’.

[2] Al margen derecho: “Natural/ de Mon-/tilla”.

[3] Al margen derecho: “Es pri-/ miceria”.

[4] Al margen derecho: “Georg./ Venet./ Harm./ Cant. 2”.

[5] Al margen derecho: “In offi./ cum s./ Calre ad/ vsu fra-/ tru mi/ nor”.

[6] Al margen izquierdo: “Funda/ este mo-/ nasterio”.

[7] Al margen izquierdo: “ Toma el/ hábito/ en An-/ dújar”.

[8] Al margen izquierdo: “Genes./ Cap. 12”.

[9] Al margen izquierdo: “Profesa/ en Mon-/tilla”.

[10] Al margen izquierdo: “Gonz./ Provin./ Gran./ Monat./ 16”.

[11] Al margen izquierdo: “Su hu-/ mildad”.

[12] Al margen derecho: “Fr. Art./ Martyr./ al día/ 14 de/ abril”.