Incógnita de Santa Vida

De Catálogo de Santas Vivas
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Incógnita de Santa Vida
Nombre Incógnita de Santa Vida
Orden Agustinas
Títulos Madre en el Convento de Santa María de Gracia
Fecha de nacimiento c. 1498
Fecha de fallecimiento c. 1592
Lugar de nacimiento ¿Ávila?
Lugar de fallecimiento Ávila

Vida impresa

Ed. de Verónica Torres Martín; fecha de edición: octubre de 2024.

Fuente

  • Torelli, Luigi, 1647. “Centuria quarta” en Ristretto delle vite de gli Huomini, e delle Donne Illustri in Santità, Bolonia: Giacomo Monti, pp. 458-460.

Criterios de edición

El relato de la vida de esta religiosa agustina llamada Incógnita de Santa Vida, del beaterio de Santa María de la Piedad en Madrigal de las Altas Torres, se encuentra en la “Centuria quarta” del Ristreto delle vite de gli Huomini e delle Donne Illustri in Santità, impreso en 1647. En lo que se refiere al texto, se ha llevado a cabo una traducción al castellano del texto original italiano, en la que se han aplicado las normas de ortografía y puntuación actuales.

Vida de Incógnita de Santa Vida

Vener. Madre Incógnita de Santa Vida, de Ávila [1]

Cap. LXVII

[458] La seráfica madre Santa Teresa de Jesús, gloriosa restauradora de la antigua Orden Carmelita, y fundadora primera de los Descalzos reformados, y de los Descalzos del mismo instituto, relata en el segundo y tercer capítulo de su vida, cómo siendo niña fue educada en uno de nuestros monasterios, ubicado en su patria de Ávila, llamado Santa María de Gracia, y fue verdaderamente grande la gracia que ella, en este santo monasterio, obtuvo. Pero que, antes que ella entrase allí, estaba toda envuelta en las cosas mundanas y aplicada a los amores, aunque honestos y decentes, y era totalmente ajena y lejana a hacerse monja y religiosa, como ella misma humildemente se confiesa en el lugar antes mencionado. No había puesto aún el pie en aquel vergel del paraíso, cuando de repente fue vencida por la gran santidad con que vivían aquellas buenas religiosas, que tales eran en verdad (dijo esta santa madre) las de esta santa casa, de gran humildad, observancia religiosa y veneración. Y si bien, como ella misma confiesa, cesó el Demonio de tentarla para que volviera a sus cosas de antes, sin embargo, lo venció entonces y felizmente [459], con la ayuda especialmente de una de aquellas madres, la cual en la santidad resplandecía entre las otras, como suele decirse, el Sol entre las Estrellas (cuyo nombre no se sabe, porque no lo dice la santa). Y, verdaderamente, es una cosa muy deplorable que esté escondido en las tinieblas de un olvido indigno el nombre de esta afortunada religiosa, quien, entre cientos y miles, fue escogida por Dios para conseguir que tan gran santa se desposase con Dios Su Majestad, como es la gloriosa Teresa de Jesús, que antes estaba tan lejana de ello que, aunque deseaba, como ella misma confiesa, saber cuál era el estado que Dios quería que siguiera, sin embargo dice expresamente que desearía que Dios no la inspirara a ser monja. Cuenta principalmente que, comenzando a conversar con esta sierva de Dios, inmediatamente empezó a disfrutar de su buena y santa conversación, gozando mucho de escucharla a menudo (por lo bien que hablaba de Dios), ya que era muy discreta y santa; y añade, contándoles otras cosas, cómo ella se hizo monja solo para leer lo que dice Cristo Señor Nuestro en el santo Evangelio: Multi sunt vocati panci vero electo; es decir: “Muchos son los llamados y pocos los elegidos”. “Dime (añade la santa) la recompensa que el Señor da a quienes lo dejan todo por su amor”. Con la ayuda de esta buena compañía, el corazón de Teresa comenzó a librarse de las costumbres que le habían causado las malas compañías que había tenido anteriormente, antes de entrar en el santo monasterio. Y enseguida le vinieron a la mente muchos deseos de cosas eternas, y comenzó a dejar aquella gran oposición que tenía de ser monja, y que ciertamente era muy grande, como ella misma dice. Declara además que permaneció en aquel monasterio año y medio, habiendo mejorado y estando no poco inclinada a ser monja, aunque no en aquel monasterio, por respeto, dice, de las cosas virtuosas que [460] allí había, que le parecían demasiado rigurosas (gran gloria, en verdad, para este santísimo monasterio el ser tan celebrado por tan gran santa, y mayor gloria hubiera sido si se hubiera resuelto a tomar allí el hábito de la religión, pero Dios la había elegido, y destinado a restaurar el daño del extinto Carmelo; era menester que huyese presta y veloz de donde el imperio del Espíritu Santo la acobardaba). Sin embargo, no es poca gloriosa Teresa, siendo la causa más poderosa de que, aborreciendo el siglo, que tanto había seguido y amado, abrazase el estado religioso, tan contrario a su genio de antes. ¿Tiene la Orden de San Benito fama de haber educado a una santa Teresa? De esta venerable monja, que tanto hizo por el fervor de la Iglesia, nada más se sabe de provecho que lo que relata Santa Teresa. Véase la vida de esta santa.

Notas

[1] Creemos que Incógnita de Santa Vida, realmente, referiría a la Madre María de Briceño y Contreras, de ahí que manejemos una fecha de nacimiento cercana a 1498 y su muerte alrededor de 1592, ya que vivió unos 94 años. María de Briceño entró en el Convento de Nuestra Señora de Gracia de Ávila con dieciséis años junto a su hermana Elvira de Gracia y a los treinta y dos años fue nombrada maestra de novicias. Asimismo, estuvo a cargo de las “doncellas de piso o seglares” y del internado en el que habría estado en torno a 1531 santa Teresa de Jesús como educanda.