Cambios

Catalina de San Juan

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| Orden || [http://catalogodesantasvivas.visionarias.es/index.php/Categor%C3%ADa:Santas_Jerónimas Jerónimas]
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| Títulos || Correctora del Convento Concepción Jerónima de Madrid; priora del Convento de San Pablo de [http://catalogodesantasvivas.visionarias.es/index.php/Categor%C3%ADa:ToledoToledo]
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| Fecha de nacimiento || Hacia 1495
| Fecha de fallecimiento|| Hacia 1565
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| Lugar de fallecimiento || [http://catalogodesantasvivas.visionarias.es/index.php/Categor%C3%ADa:ToledoToledo], España
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Cuando cometían las súbditas alguna culpa que merecía castigo, disciplinábase por la culpada con tanto rigor que temían por esto mucho hacer cosa por donde viese esto, sintiendo en el alma la pena que la santa tomaba por sus defectos: extraña y nueva manera de corregir; y, cuando había reprehendido alguna en capítulo con alguna más aspereza, enviábala después a llamar a su celda y consolábala, dándole a entender cómo lo que había hecho era malo, y que no se excusaba por el oficio, y el ejemplo de las demás hacer aquello, y mostrábale también el gran fruto de la paciencia en estas reprehensiones, pues por ella olvida Dios nuestros defectos y los da como pasados en cosa juzgada.
 
Con esto era amada de todas tiernamente; afirman también della que jamás se halló en palabra suya mentira, ni vuelta de hoja, sino una verdad constatadísima, gran pureza y sencillez cristiana, porque hay muchos que, aunque no mienten, dicen unas verdades tan cautelosas artizadas o disfrazadas que parecen a los oráculos de Delphos, y alguna vez sería menos daño decir alguna mentira que estas verdades tan albardadas o emborrizadas: la verdad ama mucho la claridad y la desnudez, y la que no es así, no es verdad. No consintió jamás que en su presencia se murmurase del au-[511] sente, antes quería que, por la misma razón de ausente, se hablase bien de todos, y por esto aborrecía a las que vía que eran inclinadas y no se iban a la mano en este defeto. Si discurriese por todas sus virtudes sería largo: su mansedumbre, benignidad y sufrimiento fue extremado, porque, aunque algunas veces venía alguna religiosa o con más brío o menos modestia de la que era razón (no puede faltar algo desto entre tantas y en tanto tiempo) no fue parte para sacarla de su paso, ni alterar aquella igualdad de ánimo que Dios puso en ella: decía que no era mucho sufrir y pasar algo desto a quien considerase lo que el único Señor y Maestro sufrió por enseñarnos a ser piadosos y sufridos con nuestros hermanos.