Revisión del 16:46 18 oct 2023

Vida manuscrita

Ed. de Bárbara Arango Serrano y Borja Gama de Cossío; fecha de edición: octubre de 2023.

Fuente

• López, Juan, 1613. “Libro tercero de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 280-282, 284-285.

Criterios de edición

Esta crónica está escrita por Juan López, obispo en la ciudad italiana de Monopoli. En la tercera parte se incluye la vida de santos de la orden, se aborda la fundación de los diferentes conventos en los dos primeros siglos de los dominicos en Castilla y se añade la vida de destacadas religiosas, aunque se hace referencia también a las religiosas que viven en las fundaciones hasta la publicación de la crónica en los conventos fundados.

Aquí nos encargamos de las religiosas que viven en los siglos XV-XVI cuyo foco de actuación es anterior a 1560 (aunque mueran después de esta fecha), es decir, antes del auge de Santa Teresa. Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo: se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, aunque algunas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza y se adaptan las normas acentuales a sus usos actuales. Finalmente, se moderniza también la puntuación, la acentuación y el uso de aglomerados.

Vida de Catalina de la Madre de Dios

[280]

Capítulo XXXVII

De la fundación del monasterio de monjas de la Madre de Dios de Toledo

[...]

[282] No se contentó la orden con que la dicha fundadora [1] atendiese la observancia de su convento de la Madre de Dios, sino que, a instancia de la serenísima Reina Católica, Doña Isabel, que como se ha dicho procuró con tanto cuidado la reformación de Santo Domingo el Real de Madrid. Para esto, el año de mil y cuatrocientos y noventa y cinco, fue a reformar el convento de Santo Domingo el Real de esta ciudad de Toledo, que, en tiempo de la clausura, había desdicho de su primera fundación. Salió de su casa llevando consigo dos monjas de su convento, la una de las cuales se llamaba soror Magdalena y, con su buena maña y vida ejemplar, dentro de un año, acabó la dicha reformación. Dejó allí por priora a soror Catalina de la Madre de Dios, vicaria que era de este convento de la Madre de Dios, mujer de mucha prudencia, mucho valor y santidad, que después sucedió en el gobierno de su monasterio siendo la segunda priora de él, muerta la fundadora. Llamábase en el siglo doña Catalina de Mendoza, fue hija del adelantado de Cazorla, nieta del Marqués de Santillana, fue desposada con don Diego de Mendoza, primo hermano suyo, y, antes de consumar el matrimonio, se vino secretamente a esta casa de la Madre de Dios y tomó el hábito de religiosa, donde se señaló mucho en virtud, que no se podía pensar menos de quien renunció ya en edad que estaba ya desposada la hacienda, la honra, los acrecentamientos, la vida descansada y cuanto le podía prometer su nobleza, que era mucho; aunque es más sin comparación lo que Dios ofrece, aun a los que dejan cosas menores, que es ciento por uno que dijo el Evangelio. Un esposo, lo que valga por ciento un padre, que valga por ciento un oficio, que valga ciento, tanto más que cuantos puede dar el mundo. Con este desengaño tomó el hábito doña Catalina de Mendoza y así se lució en la vida, y recibió del Cielo mil favores que los merecía quien había hecho una tan general renunciación de todas las cosas; falleció diez y seis años después de la muerte de la fundadora.

Notas

[1] Se refiere a Sor María de Silva, priora y fundadora del convento de la Madre de Dios de Toledo.