Diferencia entre revisiones de «Catalina de Alfaro»

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Ed. de [http://visionarias.es/equipo/barbara-arango-serrano// Bárbara Arango Serrano] y [http://visionarias.es/equipo/borja-gama-de-cossio// Borja Gama de Cossío]; fecha de edición: octubre de 2023.
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== Fuente ==
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* [http://catalogodesantasvivas.visionarias.es/index.php/Categor%C3%ADa:Juan_López López, Juan], 1613. “Libro segundo de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, ''Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores''. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 233.
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== Criterios de edición ==
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Esta crónica está escrita por Juan López, obispo en la ciudad italiana de Monopoli. En la tercera parte se incluye la vida de santos de la orden, se aborda la fundación de los diferentes conventos en los dos primeros siglos de los dominicos en Castilla y se añade la vida de destacadas religiosas, aunque se hace referencia también a las religiosas que viven en las fundaciones hasta la publicación de la crónica en los conventos fundados.
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Aquí nos encargamos de las religiosas que viven en los siglos XV-XVI cuyo foco de actuación es anterior a 1560 (aunque mueran después de esta fecha), es decir, antes del auge de Santa Teresa. Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo: se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, aunque algunas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza y se adaptan las normas acentuales a sus usos actuales. Finalmente, se moderniza también la puntuación, la acentuación y el uso de aglomerados.
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==Vida de Catalina de Alfaro==
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[229] ''[1]''
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'''Capítulo XIX'''
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'''De otras grandes siervas de Dios que esta casa ha tenido''' ''[2]''
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[…]
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[233] ''[3]'' […] La madre soror Catalina de Alfaro fue hija de este convento. Examináronse en la información que se hizo tres religiosas que la trataron por largos años, conociéndola siempre por mujer de gran religión y que vestía siempre lana. Tenía casi continua oración, tomaba tres disciplinas cada noche a imitación de lo que de nuestro bienaventurado Padre Santo Domingo se escribe. Nunca comía sino lo que las religiosas del dicho convento la daban de limosna, y sus raciones, con licencia de los perlados, las daba a los pobres. Y, otras veces, suplicaba la diesen la dicha ración en dinero para comprar pebetes y olores y velas para el Santísimo Sacramento, de que era devotísima. Andaba siempre descalza, bañando la casa con lágrimas, que dicen eran infinitas. Era tan singular en caridad que nunca jamás la pidieron cosa por amor de Dios o de Nuestra Señora o de Santo Domingo que la nega- [234] ''[4]'' se. Tenía licencia del Reverendísimo General para dar limosna a pobres y, llegando un día una mujer pobre al torno preguntando por la susodicha madre, la dijo: “Por amor de Dios me socorra, que tengo una hija parida y no tiene en qué envolver la criatura”. Y la madre, luego al punto en presencia de soror Luisa Cuello, que era tornera, se desnudó la basquiña y se la dio. Y, aseándole lo hecho, porque no tenía otra ropa que vestirse, respondió lo que Santa Catalina de Sena: ''Vestimento cerere possum non autem misericordia''. Eso es: “Mejor es que falte el vestido que la misericordia”. Murió con opinión de santa, lloraron públicamente su muerte gran parte de los pobres de esta ciudad, cuyas necesidades remediaba. De lo restante de su trabajo y de su ración y de otras limosnas que caballeros deudos la daban, hizo una imagen grande de Cristo a la columna, que hoy está en el oratorio principal del coro. Hay en el convento dieciséis oratorios de grandísima devoción, sin el altar principal que tienen en el dichoso coro, que es de las más insignes cosas que tiene la religión. Han favorecido muchos los reverendísimos Generales este convento, por haber sido y ser el seminario de religión de la Provincia de Andalucía, y, como tal, goza de muchas gracias que le han concedido.
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===Notas===
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''[1]'' El impreso tiene un error y enumera 129.
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''[2]'' Se trata del convento de Santa María de los Ángeles de la ciudad de Jaén.
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''[3]'' El impreso tiene otro error y enumera con 133.
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''[4]'' Una vez más hay un error en el impreso y enumera 134.

Revisión del 08:48 15 oct 2023

Catalina de Alfaro
Nombre Catalina de Alfaro
Orden Dominicas
Títulos Monja del monasterio de Santa María de los Ángeles de Jaén
Fecha de nacimiento Después de 1475
Fecha de fallecimiento Primera mitad del siglo XVI
Lugar de nacimiento Jaén
Lugar de fallecimiento Jaén

Vida manuscrita

Ed. de Bárbara Arango Serrano y Borja Gama de Cossío; fecha de edición: octubre de 2023.

Fuente

  • López, Juan, 1613. “Libro segundo de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 233.

Criterios de edición

Esta crónica está escrita por Juan López, obispo en la ciudad italiana de Monopoli. En la tercera parte se incluye la vida de santos de la orden, se aborda la fundación de los diferentes conventos en los dos primeros siglos de los dominicos en Castilla y se añade la vida de destacadas religiosas, aunque se hace referencia también a las religiosas que viven en las fundaciones hasta la publicación de la crónica en los conventos fundados.

Aquí nos encargamos de las religiosas que viven en los siglos XV-XVI cuyo foco de actuación es anterior a 1560 (aunque mueran después de esta fecha), es decir, antes del auge de Santa Teresa. Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo: se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, aunque algunas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza y se adaptan las normas acentuales a sus usos actuales. Finalmente, se moderniza también la puntuación, la acentuación y el uso de aglomerados.

Vida de Catalina de Alfaro

[229] [1]

Capítulo XIX

De otras grandes siervas de Dios que esta casa ha tenido [2]

[…]

[233] [3] […] La madre soror Catalina de Alfaro fue hija de este convento. Examináronse en la información que se hizo tres religiosas que la trataron por largos años, conociéndola siempre por mujer de gran religión y que vestía siempre lana. Tenía casi continua oración, tomaba tres disciplinas cada noche a imitación de lo que de nuestro bienaventurado Padre Santo Domingo se escribe. Nunca comía sino lo que las religiosas del dicho convento la daban de limosna, y sus raciones, con licencia de los perlados, las daba a los pobres. Y, otras veces, suplicaba la diesen la dicha ración en dinero para comprar pebetes y olores y velas para el Santísimo Sacramento, de que era devotísima. Andaba siempre descalza, bañando la casa con lágrimas, que dicen eran infinitas. Era tan singular en caridad que nunca jamás la pidieron cosa por amor de Dios o de Nuestra Señora o de Santo Domingo que la nega- [234] [4] se. Tenía licencia del Reverendísimo General para dar limosna a pobres y, llegando un día una mujer pobre al torno preguntando por la susodicha madre, la dijo: “Por amor de Dios me socorra, que tengo una hija parida y no tiene en qué envolver la criatura”. Y la madre, luego al punto en presencia de soror Luisa Cuello, que era tornera, se desnudó la basquiña y se la dio. Y, aseándole lo hecho, porque no tenía otra ropa que vestirse, respondió lo que Santa Catalina de Sena: Vestimento cerere possum non autem misericordia. Eso es: “Mejor es que falte el vestido que la misericordia”. Murió con opinión de santa, lloraron públicamente su muerte gran parte de los pobres de esta ciudad, cuyas necesidades remediaba. De lo restante de su trabajo y de su ración y de otras limosnas que caballeros deudos la daban, hizo una imagen grande de Cristo a la columna, que hoy está en el oratorio principal del coro. Hay en el convento dieciséis oratorios de grandísima devoción, sin el altar principal que tienen en el dichoso coro, que es de las más insignes cosas que tiene la religión. Han favorecido muchos los reverendísimos Generales este convento, por haber sido y ser el seminario de religión de la Provincia de Andalucía, y, como tal, goza de muchas gracias que le han concedido.

Notas

[1] El impreso tiene un error y enumera 129.

[2] Se trata del convento de Santa María de los Ángeles de la ciudad de Jaén.

[3] El impreso tiene otro error y enumera con 133.

[4] Una vez más hay un error en el impreso y enumera 134.