Diferencia entre revisiones de «Bernardina de Guzmán»

De Catálogo de Santas Vivas
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* [http://catalogodesantasvivas.visionarias.es/index.php/Categor%C3%ADa:Juan_López López, Juan], 1613. “Libro segundo de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, ''Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores''. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 366-367.
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* [http://catalogodesantasvivas.visionarias.es/index.php/Categor%C3%ADa:Juan_López López, Juan], 1613. “Libro primero de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, ''Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores''. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 366-367.
  
 
== Criterios de edición ==
 
== Criterios de edición ==

Revisión del 16:44 18 oct 2023

Bernardina de Guzmán
Nombre Bernardina de Guzmán
Orden Dominicas
Títulos Monja del monasterio de San Pedro Mártir de Mayorga
Fecha de nacimiento Siglo XV, después de 1394
Fecha de fallecimiento Siglo XV
Lugar de nacimiento ¿Mayorga?
Lugar de fallecimiento Mayorga

Vida manuscrita

Ed. de Bárbara Arango Serrano y Borja Gama de Cossío; fecha de edición: octubre de 2023.

Fuente

  • López, Juan, 1613. “Libro primero de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 366-367.

Criterios de edición

Esta crónica está escrita por Juan López, obispo en la ciudad italiana de Monopoli. En la tercera parte se incluye la vida de santos de la orden, se aborda la fundación de los diferentes conventos en los dos primeros siglos de los dominicos en Castilla y se añade la vida de destacadas religiosas, aunque se hace referencia también a las religiosas que viven en las fundaciones hasta la publicación de la crónica en los conventos fundados.

Aquí nos encargamos de las religiosas que viven en los siglos XV-XVI cuyo foco de actuación es anterior a 1560 (aunque mueran después de esta fecha), es decir, antes del auge de Santa Teresa. Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo: se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, aunque algunas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza y se adaptan las normas acentuales a sus usos actuales. Finalmente, se moderniza también la puntuación, la acentuación y el uso de aglomerados.

Vida de Bernardina de Guzmán

[365]

Capítulo LXXXVI

De la fundación del monasterio de monjas de San Pedro Mártir de Mayorga

[…]

[366] […] La madre Bernardina de Guzmán gastó la vida en muchos ayunos, abstinencias y vigilias, frecuentísima en la oración, en la cual le daba el Señor abundancia de lágrimas nacidas de singular devoción. Fue devotísim[a] de Nuestra Señora, de la cual alcanzó una gracia muy grande, que nunca tuvo afectos de cólera, nunca se enojó ni descompuso de palabra y, en trabajos y en perfecciones que tuvo (que en todos lugares las hay), nunca habló de manera que ofendiese a nadie. Probola Dios con un falso testimonio que la levantaron. Sacáronla a juicio, sentenciáronla y condenáronla a cárcel, tuviéronla en ella y nunca habló palabra, ni confesó ni negó, sino sufrió callando y esperando en Dios. Ceñía una cadena de hierro y disciplinábase con ella. Tuvo una enfermedad de tísica que duró tres años sin que fuese parte para hacerla dejar la oración, sirviendo la cama de oratorio, derramando muchas lágrimas. Tenía dulcísimos coloquios con Dios y con Nuestra Señora: llamábala madre, regalábase en los dolores con ella con maravillosa humildad. Perseguíala el demonio valientemente y tenía guerra con él, y le respondía llamando [367] [1] en su ayuda a Dios y Nuestra Señora. No contenta con los dolores que padecía, hería su cuerpo con muchos golpes y le decía: “Pues lo que pecaste, págalo”. Cuando vino la hora de su dichoso fin, apercibiose con los Santísimos Sacramentos y, ocho días antes de que muriese, pasó el tiempo en dulcísimos coloquios, regalándose con Dios y con Nuestra Señora. Cuando llegó el tiempo del tránsito, dijo que llamasen al convento para favorecerse de él en aquella hora y quedó con la hermosura que solía tener cuando se levantaba de la oración. Murió de treinta y dos años.

Notas

[1] Hay un error en el impreso y numera esta y la siguiente página con 368. Corregimos esta a 367.