Isabel Sarmiento
Nombre | Isabel Sarmiento |
Orden | Dominicas |
Títulos | Priora del convento de Santa Catalina de Valladolid |
Fecha de nacimiento | Final del siglo XV - principios de siglo XVI, antes de 1510 |
Fecha de fallecimiento | ¿Mediados del siglo XVI? |
Lugar de nacimiento | ¿Valladolid? |
Lugar de fallecimiento | Valladolid |
Contenido
Vida impresa
Ed. de Bárbara Arango Serrano y Borja Gama de Cossío; fecha de edición: octubre de 2023.
Fuente
- López, Juan, 1613. “Libro tercero de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 299.
Criterios de edición
Esta crónica está escrita por Juan López, obispo en la ciudad italiana de Monopoli. En la tercera parte se incluye la vida de santos de la orden, se aborda la fundación de los diferentes conventos en los dos primeros siglos de los dominicos en Castilla y se añade la vida de destacadas religiosas, aunque se hace referencia también a las religiosas que viven en las fundaciones hasta la publicación de la crónica en los conventos fundados.
Aquí nos encargamos de las religiosas que viven en los siglos XV-XVI cuyo foco de actuación es anterior a 1560 (aunque mueran después de esta fecha), es decir, antes del auge de Santa Teresa. Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo: se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, aunque algunas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza y se adaptan las normas acentuales a sus usos actuales. Finalmente, se moderniza también la puntuación, la acentuación y el uso de aglomerados.
Vida de Isabel Sarmiento
[298]
Capítulo XLV
De algunas religiosas muy señaladas en virtud [1]
[…] [299] […] La tercera priora que tuvo el convento fue soror Isabel Sarmiento, hija del Conde de Salinas, que fue veinte años priora, mujer muy insigne en religión y en virtud. Hizo profesión a veinte y seis de enero del año de mil y quinientos y diez. Cuando entró en el convento, estaba desposada con el Marqués del Gasto y, como decimos en España, “por mejoría, mi casa dejaría”. Tuvo por gran mejora los oficios bajos del monasterio, dejando las grandezas que le prometían su nobleza y el nuevo desposorio. Fue tan amiga de la pobreza que, con darla sus padres y señores cortesanos sus deudos grandes limosnas, con ellas mejoró los edificios de la casa y acrecentó la renta de ella, quedando tan pobre que, cuando murió, no se halló en su celda un lienzo de narices ni cosa que lo valiese. Fue muy dada a la oración, que es el aire con que respiran los santos. Era en extremo aficionada a la guarda de sus constituciones, celaba mucho la observancia de las leyes y constituciones y establecimiento de la orden. Y, aunque en el castigo de las que se descuidaban en la guarda, aun de las cosas que se tienen por muy menudas, se tenía por demasiada, era tan grande la opinión que de su santidad tenían las religiosas que con mucha alegría cumplían sus penitencias. Murió santamente, aunque no se sabe qué año.
Notas
[1] Habla de las religiosas que viven en el convento de Santa Catalina de Valladolid.