María González
Nombre | María González |
Orden | Dominicas |
Títulos | Monja del monasterio de Santa María de las Dueñas de Zamora |
Fecha de nacimiento | ¿Final del siglo XV - principios del XVI? |
Fecha de fallecimiento | Siglo XVI |
Lugar de nacimiento | ¿Zamora? |
Lugar de fallecimiento | Zamora |
Vida impresa
Ed. de Bárbara Arango Serrano y Borja Gama de Cossío; fecha de edición: octubre de 2023.
Fuente
- López, Juan, 1613. “Libro primero de la tercera parte de la historia general de Santo Domingo”, Tercera parte de la historia general de Santo Domingo, y de su orden de predicadores. Valladolid: Francisco Fernández de Córdoba, 245.
Criterios de edición
Esta crónica está escrita por Juan López, obispo en la ciudad italiana de Monopoli. En la tercera parte se incluye la vida de santos de la orden, se aborda la fundación de los diferentes conventos en los dos primeros siglos de los dominicos en Castilla y se añade la vida de destacadas religiosas, aunque se hace referencia también a las religiosas que viven en las fundaciones hasta la publicación de la crónica en los conventos fundados.
Aquí nos encargamos de las religiosas que viven en los siglos XV-XVI cuyo foco de actuación es anterior a 1560 (aunque mueran después de esta fecha), es decir, antes del auge de Santa Teresa. Se adoptan los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el Catálogo: se moderniza la ortografía (b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.) y se eliminan las consonantes geminadas. Además, se expanden las abreviaturas, aunque algunas como N. S. (Nuestro Señor) o N. P. S. (Nuestro Padre Santo) se respetan en el texto. El uso de mayúsculas y minúsculas se moderniza y se adaptan las normas acentuales a sus usos actuales. Finalmente, se moderniza también la puntuación, la acentuación y el uso de aglomerados.
Vida de María González
[244]
Capítulo LVI
De otras religiosas de señalada virtud que esta casa ha tenido [1]
[…] [245] […] María González, religiosa lega, como si nunca partiera del coro, se empleaba en todos los ejercicios de religión, no faltando punto de los que eran de su profesión. Era devotísima del Santísimo Sacramento y tan enamorada de él que tenía librado su consuelo en no se desviar de su presencia. Hallándose un día de Nuestro Padre Santo Domingo en la cocina, que servía en ella aquella semana, estando guisando la comida, oyó tañer a alzar en la misa mayor y, congojándose de no poder ir adorar el Santísimo Sacramento, dijo con muchas lágrimas: “Señor mío, no te puedo ver, veme tú a mí por tu misericordia”, y, volviendo los ojos hacia la iglesia, se abrieron todas las paredes y vio y adoró lo que tanto deseaba.
Notas
[1] Se refiere al monasterio de Santa María de las Dueñas Zamora.