María Calderón

De Catálogo de Santas Vivas
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María Calderón
Nombre María Calderón
Orden Franciscanas
Títulos Monja y fundadora del convento de la Concepción de Torrijos; abadesa y fundadora del convento de la Concepción de la Puebla de Montalbán
Fecha de fallecimiento c. 1553
Lugar de fallecimiento La Puebla de Montalbán, Toledo

Vida manuscrita

Ed. de Verónica Torres Martín; fecha de edición: febrero de 2025.

Fuente

Breve catálogo de los siervos de Dios, así religiosos como religiosas..., f. 1r; Roma, Archivio Storico Generale dell’Ordine dei Frati Minori.
  • Yanguas, Lucas de, 1684. Breve catálogo de los siervos de Dios así religiosos como religiosas de la Tercera Orden que han fallecido con singular opinión y fama de muy virtuosos en la santa Provinxia de Castilla. Ms. C/12 del Archivio Generale dell’Ordine dei Frati Minori AGOFM, Roma, fols. 289r- 289v.

Contexto material del manuscrito Breve catálogo de los siervos de Dios así religiosos como religiosas de la Tercera Orden que han fallecido con singular opinión y fama de muy virtuosos en la santa Provinxia de Castilla.

Criterios de edición

El texto se ha actualizado a las normas de ortografía vigentes. Esto conlleva la normalización de las grafías h, b/v, j/g, i/y; los cambios de qu a cu. Sin embargo, se han conservado los casos de laísmo presentes y los pocos ejemplos de leísmo hallados en el manuscrito. En cuanto al grupo de sibilantes, se han normalizado tanto las -ç- como las -sc- y -ss-. Tanto la puntuación como la acentuación han sido normalizadas. También lo ha sido el uso de las mayúsculas y la separación o unión de palabras. La -u- intervocálica y la v han sido unificadas como “v”, así como las diferentes grafías de la s.

Vida de María Calderón

[Fol. 289r] [1] Pasó al Señor cerca deste año la venerable madre sor María Calderón, primera abadesa del Convento de la Inmaculada Concepción de la Puebla de Montalbán, del arzobispado de Toledo. Tomó el hábito esta devota virgen en el Convento de Torrijos de la misma orden, donde floreció en muchas virtudes de humildad, penitencia, mortificación y desprecio de las cosas terrenas, por lo cual tenía opinión de santa y era muy venerada de todos. Motivado de sus relevantes virtudes y observancia, don Juan Pacheco, señor de la Puebla y fundador de dicho convento, la pidió por primera abadesa, en lo cual sucedió una cosa memorable: edificábase en aquel tiempo el Convento de la Concepción de Oropesa y era tanta la fama desta sierva de Dios que el fundador de dicho monasterio pretendió llevarla a su convento de Oropesa. Escribió sobre este punto al Papa León X al mismo tiempo que escribía el señor de la Puebla con la misma pretensión. Recibió el pontífice las dos cartas [fol. 289v] a un tiempo y, por no agraviar a alguno de ellos y por evitar discordias entre tan grandes caballeros, determinó que el correo que primero llegase a España, ese llevase a dicha venerable madre. Vino antes el correo de don Juan Pacheco y así tuvo la dicha de tener tan santa fundadora para su Convento de la Puebla. En virtud del mandato pontificio vino la devota virgen con otras siete religiosas de aprobada virtud del mismo Convento de Torrijos y gobernó el de la Puebla algunos años con grande celo, virtud y prudencia. Fue muy singular en el ejercicio de la oración y contemplación, en que Dios la comunicó muchas consolaciones espirituales y divinas revelaciones. En vida y muerte fue muy estimada y sucedieron algunos casos que llanamente calificaron su mucha virtud. Murió con grande opinión de santidad por los años de 1553. El eminentísimo señor cardenal don Pedro Pacheco, obispo de Sigüenza, trasladó su venerable cuerpo a un sepulcro de alabastro que para tan rica joya labró en la capilla mayor de la iglesia de dicho convento que él había fabricado para sí y para los condes. Gonzag. Monast. 31 Prov.; Cast. Barrer lib. 1 cap. 54; Salaz. lib. 8 cap. 19. Arturo a 28 de marzo.

Notas

[1] Al margen izquierdo: Año de 1535.

Vida impresa

Ed. de María González-Díaz; fecha de edición: febrero de 2021.

Fuente

  • Salazar, Pedro de, 1612. Crónica y historia de la fundación y progreso de la provincia de Castilla de la Orden del bienaventurado Padre San Francisco. Madrid: Imprenta Real, 495-496.

Contexto material del impreso Crónica y historia de la fundación y progreso de la provincia de Castilla de la Orden del bienaventurado Padre San Francisco.

Criterios de edición

El relato aparece en el libro octavo de la Crónica y Historia de la fundación y progreso de la provincia de Castilla, impreso en 1612, en el que se narra la fundación de la Orden de la Concepción y los conventos que de ella se fundaron en Castilla. Concretamente, la vida de María Calderón aparece en el capítulo decimoquinto, donde se explica la fundación del convento de la Concepción de la Puebla de Montalbán.

Se han adoptado los criterios de edición de vidas impresas estipulados en el catálogo, esto es, se han eliminado las consonantes geminadas y se ha modernizado la ortografía (sibilantes, b/u/v, j/g, chr/cr, qu/cu, empleo de h, etc.), aunque se respeta la morfología de las palabras con interés morfológico o fonológico (“ansí”, “difinidor”, etc.). Además, se han ajustado a los criterios actuales del español la unión y separación de palabras (“desta”, “deste”, etc.), el uso de mayúsculas y minúsculas, y la acentuación y la puntuación. Asimismo, se han expandido las abreviaturas, primordialmente la expansión de las nasales con la virgulilla encima de la vocal y la abreviación de “que” o “qual”, también con el uso de la virgulilla o la diéresis. Para terminar, cabe decir que se han respetado los párrafos que aparecen en el impreso.

Vida de María Calderón

Capítulo XV

[495] […] Del convento de la Concepción de la Puebla de Montalbán

Hay en la Puebla de Montalbán un monasterio de la Orden de San Francisco Nuestro Padre y es de monjas de la Concepción. Es la advocación la Concepción de Nuestra Señora. Hay cuarenta monjas. Fundó este convento el señor don Juan Pacheco, señor de la villa de Montalbán y de su tierra, año de 1522. Fundose con licencia y autoridad del papa León Décimo, que dio para ello sus bulas. Recibiéronle, a la obediencia y perpetua protección de la orden, el padre fray Andrés de Écija, ministro provincial de la provincia de Castilla, y los difinidores: el padre fray Juan de Marquina, guardián del convento de San Francisco de Guadalajara, y el padre fray Diego de Cisneros, guardián de la Salceda, y el padre fray Barnabás, guardián de San Francisco de Alcalá. Los cuales estaban juntos en Santa María de Jesús de Torrijos para cierto negocio de la orden, a instancia y petición del señor don Alonso Téllez, señor de la villa de la Puebla.

Hay una cosa digna de ser advertida para quitar el escrúpulo o dificultad que se podría tener, y es que el breve del sumo pontífice es concedido a don Juan Pacheco y a doña Leonor Chacón, su mujer. Y este don Juan Pacheco es hijo mayor y mayorazgo de don Alonso Téllez. Y este caballero, don Alonso Téllez, ofreció la casa a los padres de la provincia y entre ellos se hizo el concierto y escrituras, y a él se le concedió lo que con tanto espíritu y devoción les pedía. La razón o causa por que se fundó este convento fue que el señor don Juan Pacheco, que era muy devoto y gran cristiano, tuvo una manera de revelación que veía una hija suya ser monja en un monasterio de esta villa. Asentósele esto en el corazón y aún entonces no tenía hijo ni hija; y luego le nació una hija. Insistiendo en su revelación, fundó este monasterio y fue monja en él aquella señora hija de don Juan Pacheco, y se llamó doña Luisa Fajardo, y fue muy devota y bendita religiosa.

Vinieron a fundar este monasterio monjas de la Concepción de Torrijos, que fueron: María Calderón por abadesa, y Catalina Vázquez por vicaria, y Catalina de Saavedra, y Catalina de San Francisco, y María de Saavedra, y doña [496] Isabel Portocarrero [1], y Leonor Calderón, y Catalina del Espíritu Santo. Estas fueron las fundadoras de esta santa casa.

Hubo una cosa muy notable acerca de estas monjas: como la María Calderón, que aquí fue abadesa, tuviese mucha opinión y fama de santa religiosa, a un tiempo pretendieron llevarla a fundar a la Puebla y a Oropesa. Y como esto se entendió por los pretensores, que era el conde y don Juan Pacheco, señor de la Puebla, enviaron a Roma con mucho cuidado a suplicar al papa que se la diese. Tuvo estos despachos el papa León X a un mismo tiempo y supo que ambos eran grandes caballeros y parientes. Queriendo atajar las causas de discordia que se podrían recrecer entre estos señores, determinó que, el correo que primero llegase a España, ese la llevase. Diose mejor maña el correo de don Juan Pacheco y vino primero, y ansí la trujeron a la Puebla.

Este convento de la Puebla es muy religioso, y donde se ha guardado y guarda mucho recogimiento, y ha habido y hay en él muchas monjas de mucho espíritu y gran devoción; y con haber tenido muchas monjas muy nobles y generosas, no han sido menos espirituales que nobles, y devotas que ilustres. Especialmente, hubo en los primeros tiempos de su fundación tanto ejercicio de virtud, tanta penitencia, oración y mortificación, que era cosa muy famosa y admirable lo que en este santo convento pasaba. Particularmente, la abadesa María Calderón fue tan acabada y de tanta perfección que es fama pública y muy recibida que fue muy acepta a Nuestro Señor en su vida, y que tenía y tuvo muy particulares consolaciones y revelaciones del cielo. En vida y en muerte fue muy estimada y hubo muchas cosas que certificaron su opinión y virtud, porque cierto en Torrijos y en este bendito convento comúnmente de todas las monjas es tenida por santa y creen está bienaventurada en el cielo. […]

Notas

[1] En la obra aparece nombrada como “Isabel Puertocarrero” [496] y como “Isabel Portocarrero” [497]. Se ha optado por la segunda opción.